Algunas personas tienen una reacción de lucha o huida ante los conflictos. El coaching ejecutivo puede enseñar a los líderes a superar esta tendencia y cambiar sus actitudes hacia el conflicto. Cuando demuestras curiosidad y disposición para escuchar de verdad, es asombroso lo rápido que un conflicto puede reducirse a una conversación que puede ayudarte a resolver problemas que llevan mucho tiempo latentes.
“La palabra suave quita la ira, pero la palabra áspera hace subir la ira.” – Proverbios 15:1.
Para muchos de nosotros, el conflicto es el fin de la razón. Elegimos abandonar la razón para poder enfrentarnos y ganar el conflicto. Sin embargo, la razón tiene un papel central en la resolución de conflictos, y nunca debemos abandonarla, ya que siempre triunfa al final.
Para aquellos de nosotros con pocas habilidades de resolución de conflictos, el coaching ejecutivo puede ser la respuesta.
El conflicto es parte integral del liderazgo empresarial y organizacional. Cuando varias personas trabajan juntas, el conflicto es inevitable. Algunos líderes lo manejan mejor que otros que tienden a ceder a sus instintos de lucha o huida cada vez que se enfrentan a una opinión disidente.
A nadie le gusta el conflicto y todos valoramos la paz. Los líderes deben comprender, sin embargo, que la paz no es el resultado de la ausencia de conflicto sino de la capacidad para enfrentarlo.
Reconocer las habilidades deficientes de gestión de conflictos
¿Cómo puede un profesional de coaching ejecutivo saber que un líder tiene pocas habilidades para resolver conflictos? Líderes que no pueden manejar el conflicto:
- Tiende a huir de eso
- Puede ser demasiado agradable y complaciente
- A menudo no se defienden a sí mismos y a sus intereses.
- Tienden a mantener las disputas a fuego lento y enconadas en lugar de abordarlas.
- Puede ponerse agresivamente a la defensiva, percibiendo el conflicto como un ataque personal.
- Permita que el conflicto los sorprenda
- Saltar al conflicto con abandono, haciendo todo lo posible para ganar
- No pueden tolerar la existencia del conflicto, por lo que tratan de frenarlo en términos menos que ideales.
Por el contrario, los líderes con buenas habilidades de manejo de conflictos:
- Afronta los conflictos de frente, con calma, buscando soluciones en lugar de ganar discusiones
- Puede ver el conflicto como una oportunidad para avanzar en problemas persistentes
- Demostrar buenas habilidades para escuchar
- Puede resolver disputas equitativamente
Cómo puede ayudar el coaching ejecutivo con la gestión de conflictos
Hasta cierto punto, el liderazgo es el arte de manejar las relaciones y emociones humanas, incluidos los conflictos. La gestión de conflictos es parte integral del liderazgo de la misma manera que el conflicto es inevitable en las relaciones humanas.
Un entrenador ejecutivo puede ayudar a los líderes a reevaluar sus habilidades de resolución de conflictos y afinarlas de acuerdo con lo que desean lograr. El estado mental del coaching se presta bien a la gestión de conflictos.
Comprender en lugar de contrarrestar
Un profesional de coaching de liderazgo siempre busca comprender al cliente en primer lugar. Para un líder, tiene sentido adoptar una actitud similar hacia el conflicto. Los líderes deben buscar comprender la perspectiva opuesta en lugar de buscar formas de combatirla.
Dar un tono conciliador
Los entrenadores ejecutivos tienen como objetivo profundizar. Por lo tanto, no rechazan la conversación y el análisis. Los líderes deben adoptar una actitud tranquila hacia las opiniones antagónicas, acordando analizar los argumentos y motivos del partido que los expresa. Tal posición desactiva gran parte de la animosidad antes de que se arraigue.
Mantener la curiosidad
La curiosidad es la actitud ideal para aprender. Aquellos genuinamente interesados en llegar al fondo de algo harán preguntas relevantes. Como he señalado en mis libros de desarrollo de liderazgo, el arte del coaching valora el poder de cuestionar.
Los líderes pueden evitar los conflictos prestando suficiente atención a las quejas del interlocutor.